Taro Tokuyama - Identidad y Representación
Taro es un artista del tiempo. Su metodología acumulativa, de disección y talla da carácter a cada una de las piezas que elabora a partir de papel, pintura, objetos naturales (como ramas y huesos) y pintura en sí misma –por sí misma–.
Algunas de sus obras emplean un montaje evidente y necesario para la apreciación de sus valores: un autorretrato se revela en el fondo del espejo del cuadro, al tiempo que la tablilla se suspende mediante un hilo dentro del mismo. Un círculo seccionado de pintura hecha objeto descansa sobre una superficie limpia y reflejante que duplica la percepción del espacio circundante. Esta labor especular enriquece la experiencia y la visión que ofrece cada uno de estos tiempos acumulados y diseccionados.
La producción objetual de Taro despliega una diversidad de soportes que aprovechan las cualidades gráficas y pictóricas de las sedimentaciones que provoca y produce. En ocasiones envuelve una rama delgada con abundantes capas de papel impreso, hasta lograr un grosor generoso, para diseccionarlo después. Otra veces encapsula objetos cerámicos, de madera, semilla o hueso con papel o cientos de capas de color en distintos grosores. Al cortar la pieza por la mitad, o al pulirla selectivamente para producir relieves y patrones visuales, se revelan narrativas de mundo equiparable a las geociencias y la búsqueda de los sustratos que componen las cosas, los fósiles, la búsqueda por la a identidad y el tiempo, se desatan ideas sobre los niveles de profundidad y superficialidad. La faz y la entraña, el afuera y el adentro simultáneos. Todo se revela lentamente.
Diseccionar es una actividad curiosa con vocación por el descubrimiento, permite describir mediante los sentidos lo que de otra manera es imaginario. Cortar también significa producir la herida que cura y que lleva al conocimiento, a la visión del funcionamiento de todo. Es una actitud científica y de investigación psicológica a través de la materia. Lo mismo ocurre con las tallas superficiales de objetos y revistas. Encapsular, agregar y pulir. Luego restar, desbastar la superficie y crear patrones cromáticos, cuidadosamente diseñados, que resultan en geometrías orgánicas muy topográficas que aprovechan los valores gráficos de objetos culturales y editoriales, cargados de información y a la espera de la construcción de sentido.
Hay también en toda esta labor gráfica, pictórica y objetual un procedimiento de la huella, en particular en todas las piezas que involucran la figura humana. Algunas siluetas de papel que sugieren presencias e identidades están habitadas por superficies reflejantes o arreglos de residuos pictóricos restos de obras pasadas. Los retratos en cambio se apropian de toda la materia de una revista, hermanando imagen con el contenido, tendiendo un puente entre la identidad y la representación, entre la superficie y las capas interiores (de información y de vida).
Perfil
Taro Tokuyama (Nagasaki, Japón, 1982)
Es licenciado en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, realizando en exposiciones individuales en diversos museos y galerías en Japón, México y España. Fue becario de la Fundación Nomura (Tokio), el Taller de Proyectos Chema Madoz (Córdoba), la Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores y la Facultad de Bellas Artes de UCM (Segovia), donde adquirió el Premio del Departamento de Pintura en el año 2008.
Su obra se ha presentado en exposiciones colectivas en instituciones públicas y privadas, como el Ueno Royal Museum (Tokio), Gallery Toile (Fukoka), el Museo Noguchi Yataro (Nagasaki), Museo de Arte Contemporáneo de Tokio. La Biblioteca Histórica Marqués de Valdecilla (Madrid), Fundación Gregorio Prieto (Valdepeñas) Galería Demo Solera (Marbella), Fundación Antonio Gala y Palacio Ducal de El Carpio (Córdoba), Museo de Arte Contemporáneo Palacio Obispo Bellosillo (Segovia) entre otros.
Vive y trabaja en Tokio.